Hermanos Confidentes (2)
Segunda parte de nuestra historia.
En eso pensaba con la verga en la mano masturbándome cuando se abre la puerta de mi cuarto y entra Mariana vestida con un camisón azul pastel de tirantes que le cubría hasta la mitad de los muslos y que dejaba ver sus pezones muy erectos.
¿Te estás masturbando? - Me preguntó.
Sin ninguna pena o remordimiento y con más excitación que nunca le contesté:
Por supuesto, ¿tú no?
¿Puedo ver? Estoy hirviendo.
Que caliente eres, me encanta eso, ve cómo me tienes.
Ni me d...