A la luz de la ventana

Estaba completamente empalmado, categoría imperial con brillo. De hecho mi glande brillaba orgulloso bajo la luz de la ventana mientras con mi mano agarraba mi polla por la base asegurándome de que mi hermana viese perfectamente la herramienta que calzaba.

Entró en la habitación, cerró despacio la puerta y se metió en la cama de al lado sin encender la luz. No hizo ningún ruido al deslizarse entre las sábanas y rápidamente se acurrucó dándome la espalda. La escasa luz proveniente de la ventana hacía brillar su pelo negro sobre la almohada.

Yo fingía dormir plácidamente mirando hacia su lado, aprovechando que al tener la ventana a mi espalda no se me veía apenas la cara. Hacía diez minutos que había llegado nuestra madre con su amiga. O eso decía ella, p...

Son recuerdos

Deslicé despacio mi mano bajo las sábanas hasta tocar la piel de su pierna. Siempre temblaba cuando hacía esto. Era casi automático, deslizaba mi mano buscando el elástico de su braga e iba introduciendo un dedo entre sus piernas buscando su clítoris.

Cerré la puerta muy despacio sin hacer ruido. Era muy tarde y la casa estaba a oscuras. Todos dormían desde hacía horas y no quería despertara a nadie, así que avancé por el pasillo tanteando la pared camino de mi dormitorio.

Cuando pasé por el salón vi a mi padre. Se había vuelto a quedar dormido en el sofá, así que intenté no hacer el menor ruido, cerré con cuidado la puerta y continué palpando la pared del pasillo hasta que mi mano tocó el marco de la puerta siguiente. Estaba echada y sólo tuve que...