Por amor a la familia 7
Me puso el otro zapato y con un movimiento casual, me abrió la pierna y la descruzo, inmediatamente junte mis rodillas asustada, no podía ser vencida
Estaba tan asustada que no me daba cuenta que también estaba excitada, trataba de esconderme en el asiento cuando íbamos por la calle, sentía que todos me veían y que todos sabían que no era lo que aparentaba, me sentía con pena. Mi tío me volteaba a ver de vez en cuando, me dijo con su clásica voz de autoridad y ternura: -“hija, siéntate bien y ponte el cinturón, no quiero que algo te pase”. Me acomode con pena bien sentada, siempre con mis rodillas juntas, era excitante sentir la tela de la falda en mis p...