SESIÖN, Doloroso placer.
Un marido consentidor, una esposa cedida para el placer de su nuevo Amo, Sigue la iniciación, nuevo y doloroso placer.
Toda la mañana había estado pensando en ella, en su cara, en su cuerpo, en sus tetas, porque no decirlo. Tenía ganas de besarla, de acariciarla de tocar su sexo húmedo y caliente. Deseaba amasar sus nalgas y azotarla, ponérselas rojas y hacerla arrodillar ante mí para volver a meterle mi polla en su boca y sentir sus caricias que me llevarían al nirvana. Pensando en todo esto llegué al hotel, una vez en la habitación preparé todo rápidamente, ya le había dado el numero y sabía que correría hasta mi.
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