El viejo del cine porno

Tenía la fantasía de que me la chupara un viejo en un cine porno y la cumplí con creces.

Me senté en la última fila del pequeño cine. Era un lugar sórdido que olía a semen y a sudor. Apenas había cuatro espectadores muy alejados unos de otros. Cuando me dirigí hacia mi asiento noté que todos me miraban desde la penumbra. En la pantalla, una rubia con cara de cerda se metía en la boca una descomunal polla negra. De vez en cuando se la sacaba de la boca, escupía en ella y la volvía a engullir con glotonería. Me senté cerca del final de la fila, casi tocando a la pared. El suelo estaba sucio y dis...