Beneficios de la lluvia
Un día de lluvia hizo posible el encuentro íntimo con una compañera de trabajo. Encuentros que prosiguieron casi hasta el momento de nuestra jubilación.
Como el día había amanecido lluvioso, me fui al trabajo con el coche. No dejó de llover en toda la mañana. Solamente al salir dejó de llover un poco, que aproveché para ir a comer al restaurante cercano al que solíamos acudir bastante personal de la empresa.
A la salida del restaurante seguía lloviendo, pero con poca intensidad. Cogí el coche, y antes de atravesar un pequeño jardincillo, ví como una mujer, a la que creí reconocer, se caía de bruces, cuan larga era, en un charco que se había formado en...