Mi esposa cuando salgo a trabajar III

La reunión había transcurrido sin ningún inconveniente y, de hecho, todo había salido tan perfecto que mis colegas y yo decidimos salir a tomar unos tragos a un bar cercano. Eran casi las 8:00 pm y yo había dejado el celular en el hotel por lo que, desde las 10:00 am, lo último que sabía de mi esposa es que estaba siendo follada por un policía en nuestra propia habitación.

La reunión había transcurrido sin ningún inconveniente y, de hecho, todo había salido tan perfecto que mis colegas y yo decidimos salir a tomar unos tragos a un bar cercano. Eran casi las 8:00 pm y yo había dejado el celular en el hotel por lo que, desde las 10:00 am, lo último que sabía de mi esposa es que estaba siendo follada por un policía en nuestra propia habitación.

Sinceramente me sentía con más calma. A decir verdad, había pasado toda la semana posterior a la primera vez que los vi follar, in...

Mi esposa cuando salgo a trabajar II

Había pasado casi una semana desde que había visto a mi esposa ser follada en nuestra habitación por un hombre desconocido. En todo ese tiempo me fue prácticamente imposible concentrarme en cualquier tarea que me imponía. En el trabajo, en el hogar, incluso mientras hablaba con mis amigos, mi mente me situaba en ese día, viendo detrás de la ventana como mi esposa follaba con ese sujeto con tanta complicidad. Precisamente esa complicidad me carcomía el pensamiento; ¿desde cuándo se conocían? ¿Cómo se conocieron? Y la más importante ¿Desde cuándo esto está sucediendo?

Había pasado casi una semana desde que había visto a mi esposa ser follada en nuestra habitación por un hombre desconocido. En todo ese tiempo me fue prácticamente imposible concentrarme en cualquier tarea que me imponía. En el trabajo, en el hogar, incluso mientras hablaba con mis amigos, mi mente me situaba en ese día, viendo detrás de la ventana como mi esposa follaba con ese sujeto con tanta complicidad. Precisamente esa complicidad me carcomía el pensamiento; ¿desde cuándo se conocían? ¿Cómo se conocie...

Coqueteando con el empleado de mi esposo

El cortejo es una partida de ajedrez. Una vez que ambos empiezan a mover las fichas se vuelve tan peligroso como una guerra. Y mucho más cuando estas casada.

Era la reunión del día del trabajador que acostumbraban a realizar en la empresa donde mi esposo, Mauricio, trabaja. Recuerdo como la voz de mi marido me hizo salir súbitamente de mis pensamientos. Había venido con un amigo el cual quería presentarme: Enzo.

Desde un primer momento lo encontré simpático. Tenía 27 años una sonrisa especialmente seductora. De piel blanca, cabello castaño, ojos color café. Su característica más resaltante: Su cuerpo. Era alto, tenía unos brazos marcados. Antebrazos fuerte...

Mi esposa cuando salgo a trabajar.

Todos los hombres cuando llegamos a nuestra casa, del trabajo, en una hora más temprano de lo habitual, llegamos con cierto miedo de encontrar algo que no nos termine gustando. Por eso muchos hombres no avisamos el repentino cambio de planes y horario, abrimos las puertas ligeramente con cuidado de no hacer tanto ruido, y solemos caminar hacia la habitación con el corazón en la mano y las palpitaciones ligeramente aceleradas. La gran mayoría encuentra a sus esposas viendo la telenovela, una serie de netflix, en la ducha, haciendo un pastel, limpiando la casa o simplemente durmiendo. Pero si siempre fuera ese el caso ¿Por qué abrimos las puertas con miedo? ¿A qué le tenemos miedo de encontrar? Mi caso tal vez explique mejor ese miedo.

Todos los hombres cuando llegamos a nuestra casa, del trabajo, en una hora más temprano de lo habitual, llegamos con cierto miedo de encontrar algo que no nos termine gustando. Por eso muchos hombres no avisamos el repentino cambio de planes y horario, abrimos las puertas ligeramente con cuidado de no hacer tanto ruido, y solemos caminar hacia la habitación con el corazón en la mano y las palpitaciones ligeramente aceleradas. La gran mayoría encuentra a sus esposas viendo la telenovela, una serie de netflix...