Fantasías con David
David era un tipo alto, corpulento, lleno de vida. Su piel era morena, como sus ojos, como su pelo. Sus músculos eran fuertes, por todo el deporte que hacía, pero que aún así no eran excesivamente grandes. Tenía 187 años y su cuerpo estaba aún en plena adolescencia, como el mío, lo que me hacía desearlo aún más. No había ningún ápice de amor en lo que yo quería de él, simplemente deseaba que su imponente cuerpo desnudo se acercara al mío, que pudiese sentir dentro la que yo imaginaba enorme verga. Quería lamer su oscuro cuerpo mestizo y poseerlo y desearlo, y tener con él una aventura salvaje que siempre recordase.
David era un tipo alto, corpulento, lleno de vida. Su piel era morena, como sus ojos, como su pelo. Sus músculos eran fuertes, por todo el deporte que hacía, pero que aún así no eran excesivamente grandes. Tenía 18 años y su cuerpo estaba aún en plena adolescencia, como el mío, lo que me hacía desearlo aún más. No había ningún ápice de amor en lo que yo quería de él, simplemente deseaba que su imponente cuerpo desnudo se acercara al mío, que pudiese sentir dentro la que yo imaginaba enorme verga. Quer...