Nacida para follar 3
Papi por fin viene a mi...y aunque no toca mi coñete...
Estoy sentada frente a su gran escritorio de madera; piernas cruzadas delicadamente, con mi biquini y un pareo (prenda fina que utilizan las mujeres para “taparse” en playa o piscina/tipo pañuelo con mayores dimensiones), retuerzo un mechón de pelo con uno de mis dedos mientras muerdo mi labio inferior, a la espera de que sea donde sea que esté mi nuevo padrastro venga a mí. Observo la ostentación que me rodea, las grandes sillas, sillones y sofás de piel, el enorme plasma, las lujosas alfombras, los excént...