Madura se folla a un veinteañero
La milf sorprende al jovencito.
Era el año 2016. Yo tenía 27 años y era fotógrafo en un estudio cercano a su casa y ella, bastantes años mayor que yo, había pasado varias veces para hacerse unos retratos que necesitaba para su trabajo. Desde el día que nos conocimos nos caímos bien. Carmen, una mujer casada, cuarenta y tantos, con una vida casi ordenada. Yo veintimuchos y con la cabeza destartalada, con más ganas de fiesta que de orden.
El primer día que tuve que fotografiarla escogimos un parque cercano para la sesión, charlamos anim...