Nunca mas cojo a un marico
Casi me matan por cojerme a un narcotraficante.
NUNCA MAS COJO A UN MARICO
¿Qué más podía hacer yo?
Vicioso y desempleado, veía las horas pasar sin poder hacer nada. Me gustaba jugar a las carreras de caballo, beber cerveza y puyar una cuca de vez en cuando. Pero sin real no hay vida, el limpio huele a excremento, nadie se le acerca. Iba a los centros de juego y me conformaba con ver, si alguien me brindaba una cerveza me sentía felíz.
Fue cuando conocí a Aldo, un piloto de avionetas que de vez en cuando visitaba la Ciudad y venía...