Violación en la oficina (2ª parte)
Continuación del relato de sexo sin consentimiento
Dani mordía y lamía mis nalgas, mientras José agarraba con la boca el pezón izquierdo y bajaba sin dejar de masturbarme. Así bajó por mi cuerpo hasta llegar a mi hinchado clítoris y alargar la punta de su lengua hacia él. Sentí ese leve roce al tiempo que la lengua de Dani se metía entre mis nalgas hasta llegar a mi agujero, acosado ya durante un buen rato.
Se me escapó un pequeño gruñido y cerré los ojos, mordiéndome el labio, cuando comencé a sentir las lenguas recorriendo mi sexo de arriba a abajo,...