Historia de M. 37 Cerdas y lechones.
Enjauladas, pasamos el mono y lo antes posible y hasta que llegue el feliz momento, nos ponen a trabajar. Semanas intensas que acabarán del modo más feliz posible. Una experiencia única.
Historia de M, la puta feliz, 37 .
Si, como podéis imaginar, desengancharse fue un horror.
Los días en la jaula, resultaron una sucesión de recuerdos inconexos y vagos, una acumulación de situaciones absurdas, algunas posiblemente reales y otras seguramente producto de la abstinencia y del dolor físico y mental.
Fue divertido algún tiempo después, poder revisar en video todo aquello y así definitivamente poder aclararnos las ideas. Habían instalado un sistema permanente de grabación...