Me comió el culo por las tragaperras (II).
El viejo y su sobrino gordinflón me llevan a la casa de mi amiga Elena, compañera del gim y de las tragaperras, que también han caído en sus garras. Nos someten a las dos a sus caprichos y nos ofrecen a un negro con una polla descomunal. El vicio del juego y las tragaperras tuvo la culpa.
Había pasado una semana desde la visita del amigo del viejo del salón de juegos. Estaba todavía aturdida y desconcertada. Recibí un mensaje en mi wasap, me citaron en la puerta del número 24 de mi calle. Me sorprendió porque en ese portal vivía mi amiga Elena, mi compañera del gimnasio y de las tragaperras. Ella es una mujer de 45 años, morena, alta y degaducha. Una mujer normalita, sin grandes atractivos, eso sí con un culazo duro trabajado en el gimnasio.
Cuando llegué al número 25 vi en la puerta a...