Diario de un Consentidor Vade retro

Dos miradas a una misma historia. Dos caminos y una encrucijada.

Diario de un ConsentidorVade retro

El sueño tocaba a su fin, aún así no teníamos prisa por separarnos. Me preocupaba ella que tenía tres o cuatro horas de carretera por delante, pero si se lo decía le iba a molestar; casi podía escucharla: «¿Crees que no soy tan capaz como tú de conducir de noche?». Si dejaba actuar a mi instinto de sobreprotección me arriesgaba a estropear la magnífica sobremesa que siguió a un polvo bastante inusual; en cambio le propuse que hiciéramos el equipaje, eso nos...

Diario de un Consentidor Soliloquio en locura

Dos miradas a una misma historia. Dos caminos y una encrucijada.

Diario de un Consentidor   Soliloquio en locura

Un anillo, una esmeralda, la esperanza de un camino emprendido con vistas a que un día pondrá fin a una angustia. Una búsqueda sembrada por una torpeza: «¿Mahmud te hizo declararte golfa y dices que te supuso una especie de liberación? Mírate, esa eres tú, una puta, reconócelo, no eres más que una puta, dilo de una vez».

Vivíamos en el día después esperando que llegara el final y pudiéramos volver a ser… ¿quiénes? Me había hecho a la idea de que...

Diario de un Consentidor Cara a cara

Dos miradas a una misma historia. Dos caminos y una encrucijada.

Diario de un Consentidor    Cara a cara

Ni contigo ni sin ti

tienen mis males remedio.

Contigo porque me matas,

sin ti porque yo me muero.

(Emilio José 1976)

—Mahmud te trató de una manera que jamás le habrías permitido a nadie, es más; no creo que esté del todo fuera de tu vida.

—Ya estamos otra vez con eso, sigues sin tener base para semejante hipótesis pero insistes e insistes. Venga, cuéntamela otra vez, Sam.

«No soporto que se burle de mí. Qué ra...

Diario de un Consentidor Jaque a la reina

Dos miradas a una misma historia. Dos caminos y una encrucijada.

Diario de un Consentidor  Jaque a la reina

“Todo gira en torno al proceso de emputecimiento de Carmen. Como en una órbita heliocéntrica mi vida gira a su alrededor. Me acerco y me quema, me alejo y la añoro.

(Desvaríos al borde de una copa de más)

Mario

Si Emilio no hubiera vuelto a Sevilla aquel puto jueves, si yo hubiera estado jodido dos días antes en lugar de estarlo ese puto jueves nada de lo que terminó sucediendo tendría por qué haber pasado. Pero no escogemos cuando el h...

Diario de un Consentidor Reproches

Dos miradas a una misma historia. Dos caminos y una encrucijada.

Diario de un Consentidor    Reproches

—Dime.

—Ya estoy fuera.

—Voy a por ti.

—No hace falta, dime dónde.

Llegué en veinte minutos a un local que ya conocía cerca de Plaza de España; me costó localizarlo, había demasiado humo y demasiada oscuridad. Rechacé el beso, estaba enfadada con él, con su mujer, con Sara y conmigo misma por haber accedido a todo; a montar la encerrona a Claudia y a interpretar el numerito de mi mamá está enferma.

—Cuéntame: quién es esa bollera. ...

Diario de un Consentidor La tela de araña

Con otra mirada

Capítulo 154  La tela de araña

La caja de Pandora

Debería haberme preocupado al no tener noticias de Sara, pero estaba demasiado pendiente de otras cosas; en realidad no había vuelto a pensar en las fotos hasta que un día caí en la cuenta y me pregunté cómo lo dejé pasar. Hice memoria y no conseguí recordar nada que me hubiera impedido coger el teléfono y llamarla. Veinte años después puedo hablar sobre lo que pasó para que entre mis prioridades no figurara llamar a Sara y preocuparme por un...

Diario de un Consentidor Malentendidos

Con otra mirada

Diario de un Consentidor    Vendida

—Hola, putita.

Me volví a todos lados.

—¡Estás loco! ¿cómo se te ocurre?

—Tranquila, putita, lo tengo todo controlado.

—No vuelvas a llamarme así y menos en el portal. —le amenacé.

—¿O qué? ¿se lo vas a decir al señor? Venga, sube, ya ha llegado, dile que te he llamado putita. Y cuando me mande llamar le contaré algunas cosas —le hice gestos de que se callara, pero me ignoró—: que me gustan los anillos que llevas en los pitones, o que...

Diario de un Consentidor Malentendidos

Dos miradas a una misma historia. Dos caminos y una encrucijada.

Diario de un Consentidor  Malentendidos

Tomás

Habíamos hablado largo y tendido, daba la sensación de sentirse solo porque cada vez me retenía más al teléfono o llamaba sin ningún motivo concreto. No, las cosas no debían de estar yendo tan bien como contaba.

—¡Hola, qué sorpresa! —respondí con un poquito de guasa cuando apenas habían pasado quince minutos de su anterior llamada.

—Eso es lo que quería, darte una sorpresa, pero no he podido resistirme: vuelvo a Madrid.

Me dio u...

Diario de un Consentidor Un ogro tras la puerta

Con otra mirada

Diario de un Consentidor Un ogro detrás de la puerta

Guido se fue pronto, nos dimos un buen revolcón y a las cinco volvió al gimnasio. Me vino bien porque no quería tenerlo toda la tarde en casa y no sé cómo me las hubiera arreglado para hacerlo marchar. Ni siquiera lo acompañé, le escuché asearse, se vistió y me dio un beso de despedida convencido de que me había dejado agotada. Le oí cerrar la puerta y me quedé en la cama pensando en mis sentimientos, una mezcolanza de emociones desbordadas por el...

Diario de un Consentidor Otra vuelta de tuerca (2)

Dos miradas a una misma historia. Dos caminos y una encrucijada.

Diario de un Consentidor Otra vuelta de tuerca (2)

El descenso fue incómodo, mis vecinos se revistieron con la máscara del escándalo propio de la microsociedad en la que vivíamos, matrimonios situados entre los treinta y los cincuenta años, universitarios de renta alta, en general de ideas liberales, con una proporción equilibrada de conservadores y progresistas que nos posicionábamos sobre todo a la hora de tomar decisiones en las juntas de la comunidad. Ellos optaban por una postura ambigua y evit...