¿Estás despierto, Juan? III
Continuación del encuentro entre Juan y Ana, dos hermanos mellizos.
Juan miraba a Ana lascivamente. Sentía un placer casi incontrolable al ver a su hermana desnuda. Su piel pálida brillante por el sudor que provocaba la humedad de la playa y la excitación de la desnudez y lo desconocido.
Ana acercó la silla de madera y quedó frente a su hermano, callada y mirando al suelo.
-Siéntate- dijo Juan con voz autoritaria y ansiosa.
Ana titubeó y caminando por un lateral de la silla se sentó ante su hermano cerrando sus rodillas pudorosamente y encorvándose hacia d...