Luna de miel
Durante nuestra estancia en Nueva York, mi marido, y sobre todo yo, disfrutamos de sus encantos y su internacionalidad y de dos chicos latinos que me hicieron disfrutar de lo lindo.
LA LUNA DE MIEL.
A la tarde siguiente de la boda, regresamos hacia Madrid en AVE y estuvimos allí dos días en los que aproveché para trasladar mi ropa y mis cosas al apartamento de mi marido. Dos días después, salimos para nuestra luna de miel, cuatro días en Nueva York y una semana, más relajados, en Cancún. Realmente yo hubiera preferido ir a Cuba (ya se sabe la fama que tienen los cubanos) pero como fue mi esposo quien organizó el viaje, no me quedó otra que aceptar Cancún como destino caribe...