Enamorado del culo de mi tío Eduardo (2)
Segunda y última parte del tío Eduardo. Extenso y sobre todo bastante, bastante morboso. Yo les avisé...
Enamorado del culo de mi tío Eduardo
La situación era imparable. Llevados ambos por la locura y el frenesí, nuestros cuerpos no podían despegarse. Mi tío Eduardo había resuelto por fin dejar que la comida se quemase o lo que fuese, agarrado de la cocina cuidando de no quemarse en las hornallas, se había abierto las piernas y las cachas él mismo. Y yo seguía, sobrinito puto enamorado más puto que nunca, comiéndome todo su culo, los pelos de su culo, el aroma de su culo de macho, ese culo palp...