Descubrir el placer oculto en mi.
Como pude deconstruirme y vencer mis temores para poder conocer el verdadero placer que reprimí durante años en mi vida.
El color rosa nunca fue mi favorito…
Desde chica aprendí a odiar el rosa, rosa el cuarto, rosa la ropa, rosa el alma pura de las princesas. Yo no soy una princesa.
A veces me parezco más a un camionero que a una bella señorita de 25 años ícono de Instagram. Me gustan las “cosas de hombres” ¿y qué? De estereotipos mejor no hablemos; no se coser, no se bordar, pero se abrir la puerta, ponerla, sacarla, hacer un revoque o soldar una reja, es que desde chica siempre las muñecas se llenaban de polvo...