Mi primera vez: la mañana después
El excitante despertar la mañana después de haber sido desvirgada.
Mi primera vez: la mañana después.
Aún dormía cuando tus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo. Estaba soñando, un sueño dulce y placentero en el que mi cuerpo era recorrido por tus dedos. Abrí los ojos y desperté, pero ahí seguías tú, acariciándome, perdiendo tus manos entre mis muslos.
Enseguida me di cuenta de lo dolorido que tenía mi sexo; la noche anterior me habías desvirgado, me había sentido como una mujer por primera vez y, ahí seguías tú, a mi lado, acariciando mis pechos.
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