No te pongas mis calzones, cuatro
Mas historias de mi vida
No te pongas mis calzones cuatro
Pero la felicidad no dura mucho, y esos dias pasaron muy rapido sintiéndonos conectadas gozando de nuestros cuerpos y vidas, no podía ser cierto tanta belleza, solamente en casa era una nenita, y en la calle me volvía a poner mis ropas de varón, asistía al colegio pasaba las materias con soltura, pues era feliz, porque al regresar a casa sabía que debía esmerarme en tener todo listo la comida, la casa, las compras, lavar la ropa de las dos, y la tarde se me hacia...