Aprendiendo a complacer (3)
A Fran le gustaba el rollo dominador y no perdía la ocasión de llamarme puta, decirme guarra, o perra. Y a mí me encantaba que lo hiciera.
A Fran le gustaba el rollo dominador y no perdía la ocasión de llamarme puta, decirme guarra, o perra. Y a mí me encantaba que lo hiciera. Cuando tuvo mis tetas en sus manos se tiró a comerme una mientras me ordenaba que yo hiciera lo mismo con la otra. Tengo un par de tetas enormes y siempre he tenido complejo con eso, porque al ser tan grandes, digamos que no es que estén perfectamente puestas, como esas que lees en otros relatos, que son redondas, altas y bien colocadas.
Mis tetas, como ya di...