El reflejo de mi secreto
Después de narrar en mi primer relato mis comienzos, en esta ocasión cuento otro día que seria inolvidable.
Habían pasado unos veinte días, desde esa intensa semana, la semana en la que Roc me hizo gozar de una forma casi inimaginable, durante esos días la pasión con mi perro se había convertido en casi una obsesión, continuamente buscaba ocasiones que llegaban mas tardías de lo que deseaba para que mi fiel compañero gozara de mí y yo de él.
Cada vez que Roc y yo nos fundíamos en uno, era casi como la primera vez, ya no existía el miedo a lo desconocido, pues poco a poco nos estábamos convirtiendo en...