La chica del súper y su novio

Es tan guapa y tan dispuesta al hablar que me pongo húmeda solo con verla. Me propuse seducirla, importándome poco que fuera heterosexual y que tuviera novio. Quería chupárselo y que ella me lo chupara a mí; aunque para conseguirlo tuviera que hacer feliz, un poquito, a su novio.

Es tan guapa y tan dispuesta al hablar que me pongo húmeda solo con verla. Me propuse seducirla, importándome poco que fuera heterosexual y que tuviera novio. Quería chupárselo y que ella me lo chupara a mí; aunque para conseguirlo tuviera que hacer feliz, un poquito, a su novio.

Ella trabaja en un pequeño supermercado de barrio, donde a mí me gusta comprar el pan a diario y donde a veces compro otras cosas que me hacen falta en lugar de ir hasta el hipermercado. María José, "mi chica", solo trabaja e...

Cómo me penetró el padre de mi amiga Esther

Esto me pasó hace un año, no es el único padre de una amiga que me ha penetrado, no. Sus miradas lo delataban, su amabilidad lo anunciaba y su pene duro me lo confirmó: el padre de mi amiga Esther me quería follar, ¡y me folló! Yo tenía veintidós años.

Esto me pasó hace un año, no es el único padre de una amiga que me ha penetrado, no. Sus miradas lo delataban, su amabilidad lo anunciaba y su pene duro me lo confirmó: el padre de mi amiga Esther me quería follar, ¡y me folló! Yo tenía veintidós años.

Esther y yo éramos amigas y compañeras de estudios desde hacía varios años, primero en bachiller y después en la universidad. Ella venía a veces a estudiar a mi casa, otras veces era yo la que iba a estudiar a la suya.

La casa de Esther es más gra...

Rozarme con la chica del bus

Rozarme con la chica del bus fue despertar sensaciones lésbicas ocultas en ella, una joven mujer casada llamada Adela. Aún no ha acabado, o puede que sí.

Rozarme con la chica del bus fue despertar sensaciones lésbicas ocultas en ella, una joven mujer casada llamada Adela. Aún no ha acabado, o puede que sí.

Muchas veces, por la mañana, me encuentro con ella en el bus que va al centro de la ciudad; nuestras miradas se han cruzado más de una vez. A ella, igual que a mí, le gusta lucir sus piernas, pero en lugar de llevar minifaldas, como visto yo, le gusta lucir vestidos cortitos y elegantes. Muchas veces sus muslos bronceados por el sol me han hecho sent...

La madre de mi amiga me azotó su padre me penetró

Hace ya cuatro años y lo recuerdo como si fuera ayer, todo comenzó como un juego, pero sentirme dominada fue algo muy especial para mí. Mi amiga disfrutó viendo a su madre azotarme con su chancla, pero no vio el deseo y el ímpetu de su padre penetrándome. Entonces yo tenía diecinueve años.

Hace ya cuatro años, todo comenzó como un juego, pero sentirme dominada fue algo muy especial para mí. Mi amiga disfrutó viendo a su madre azotarme con su chancla, pero no vio el deseo y el ímpetu de su padre penetrándome. Entonces yo tenía diecinueve años.

Mi amiga Beatriz es preciosa: es delgada y muy alta, sus pechos llegan a la altura de mi boca, me gustaría morder sus pezones. Yo soy bastante guapa, pelirroja de melena larga y algo rizada, mi sexo tiene pocos pelos, pero mi monte de venus está ba...

La tijera con el conejo de Alicia

Ella me miraba con deseo, bajando la vista si la sorprendía con sus ojos clavados en mí. Alicia es muy vergonzosa, tendrá unos veintitrés años como yo, pensaba. Ella me gusta mucho y antes de acabar el curso la convencí de jugar a hacer "la tijera" las dos, como un juego travieso y erótico.

Ella me miraba con deseo, bajando la vista si la sorprendía con sus ojos clavados en mí. Alicia es muy vergonzosa, tendrá unos veintitrés años como yo, pensaba. Ella me gusta mucho y antes de acabar el curso la convencí de jugar a hacer "la tijera" las dos, como un juego travieso y erótico. Su grieta húmeda me enamoró.

Alicia es una compañera de facultad, no somos del mismo grupo de amigas, solo nos sentimos atraídas y nos comemos con los ojos.

Nuestras miradas se cruzaban en clase continuamente...

Mis vecinos mirones

Me miraban desde sus balcones de una forma muy indiscreta, mientras yo me bañaba en la piscina, miraban todos; ¡padres e hijos! Decidí bañarme desnuda y hacer que se sintieran incómodos mirando y, ¡nos dejaran en paz!

Me miraban desde sus balcones de una forma muy indiscreta, mientras yo me bañaba en la piscina, miraban todos; ¡padres e hijos! Decidí bañarme desnuda y hacer que se sintieran incómodos mirando y, ¡nos dejaran en paz!

La casa de mis padres, al principio, no tenía vecinos; solo había solares alrededor. El bum inmobiliario hizo que construyeran bloques de pisos a nuestro alrededor. Todos esos bloques lindaban con mi casa y no tenían ventanas que miraran a nuestro hogar, ¡pero el último bloque que constr...

Les hice una paja en el cine a dos amigos a la vez

Fui al cine con dos amigos y, como un juego para mí, les hice una paja a los dos a la vez; ¡aún me emociona mi morbosa decisión!, y como ocurrió. Se llaman Pedro y Juan y son muy buenos conmigo, y entre sí. Los dos, por separado, me habían propuesto salir con ellos y yo les había dicho que no...

Fui al cine con dos amigos y, como un juego para mí, les hice una paja a los dos a la vez; ¡aún me emociona mi morbosa decisión!, y como ocurrió. Se llaman Pedro y Juan y son muy buenos conmigo, y entre sí. Los dos, por separado, me habían propuesto salir con ellos y yo les había dicho que no; por dos motivos: uno es que no quiero romper esta amistad que tenemos los tres, dos chicos y una chica y, la otra es que, aunque los quiero como amigos, no estoy enamorada de ninguno de los dos.

Siempre he sido...

Quitarme las bragas

Aquel día sentí un deseo muy primitivo de desnudarme y provocar a los tres jóvenes que me acosaban con la mirada descaradamente desde la mesa de al lado. No sentí vergüenza, al contrario, deseaba ser más descarada que ellos y saborear la sensualidad en mi cuerpo de una forma vulgar.

Aquel día sentí un deseo muy primitivo de desnudarme y provocar a los tres jóvenes que me acosaban con la mirada descaradamente desde la mesa de al lado. No sentí vergüenza, al contrario, deseaba ser más descarada que ellos y saborear la sensualidad en mi cuerpo de una forma vulgar.

Esa tarde yo llevaba una minifalda plisada color azul cielo, me acababa de sentar a tomar un refresco en una mesa de aquella terraza de verano. Era observada por tres jóvenes desde la mesa contigua, desde que me senté, los...

Mis masajes tántricos

Decidí ganar algún dinerillo para tener más independencia y no pedírselo todo a mis padres, para conseguirlo puse un anuncio en internet: "Joven de veintidós años se ofrece para dar masajes tántricos", máxima relajación; en hotel o domicilio.

Decidí ganar algún dinerillo para tener más independencia y no pedírselo todo a mis padres, para conseguirlo puse un anuncio en internet: "Joven de veintidós años se ofrece para dar masajes tántricos", máxima relajación; en hotel o domicilio.

¡Un exitazo!, desde el primer día. Mi línea 2 de móvil no paraba de sonar, en una sola mañana visité en su domicilio y les meneé el pene a más de cinco hombres, con mucha delicadeza hasta que "expulsaron su tensión". Un señor de unos cincuenta años me dijo esa pr...

Apartamento de chicas universitarias

Todas mis compañeras de piso querían tener una experiencia lésbica y, al saber que yo era bisexual, quisieron tenerla conmigo. Yo les propuse tenerla todas juntas.

Todas mis compañeras de piso querían tener una experiencia lésbica y, al saber que yo era bisexual, quisieron tenerla conmigo. Yo les propuse tenerla todas juntas.

Cuando alquilé mi habitación en un apartamento compartido, el único requisito era que fuera universitaria como ellas. Yo estudiaba segundo curso de carrera, ellas primer curso.

La primera tarde, tomando café con mis nuevas compañeras, me sentí muy afortunada; eran todas preciosas y más jóvenes que yo. Ya sé que muchas personas pensara...