Las Braguitas de Esther
Una historia de como una braguitas pueden cambiarlo todo para mal o para bién
Esta historia sucedió hace varios años, en mi último año de instituto, yo vivía con mis padres en una urbanización de adosados a las afueras de Madrid, y a lado mío vivía Esther.
Ella era una chica rubia con los ojos color miel, tenía un cuerpo con buenas formas, con unas tetas generosas, y un culo redondito, además tenía una cara dulce de niña buena, que parecía que no había roto un plato.
Los dos teníamos la misma edad e íbamos al mismo instituto, y es aquí donde empieza la historia.
Era...