Mi madre es una pajera

Durmiendo con mi madre, descubro que es una gran pajera.

Tenía yo once años cuando observé por primera vez una masturbación de mi madre. Pasábamos el fin de semana en la playa, en casa de mis abuelos, y, por razones que no viene al caso relatar, me correspondió compartir cama con ella.

Esa noche me sentía cansado. Apenas terminada la cena, subí a nuestra habitación, me acosté y me quedé profundamente dormido en la cama matrimonial que habitualmente ocupaban mi madre y mi padre.

Desconozco cuanto tiempo transcurrió, pero de pronto me desperté sin...