Tu cara
Bueno, el que nunca se haya enamorado de quien no debe que tire la primera piedra.
Te veo la cara, cara de niño, mientras sujeto tu cuello con fuerza y te traigo hacia mí. Frente a frente, con los ojos cerrados, te digo que te quiero apretando los puños.
No te enamores de mí así, sin miedo.
Recuerdo algo sin saber bien qué es, algo de cuando nos conocimos. Dijiste algo como me gustas, algo como no me molesta que me mires.
Desnudo.
El recuerdo es fuerte y se queda en la boca del estómago. Está aquí mientras te beso. Tengo las entrañas líquidas, revolviéndose.
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