Sin comerlo ni beberlo me convertí en un Don Juan.

Era un chaval que prácticamente había visto más pollas haciéndome pajas con los colegas viendo videos porno en DVD que tetas en los propios vídeos. Pero por casualidades de la vida empecé a tener un éxito que un chaval con mi pasado no iba a poder asumir tarde o temprano. Mientras tanto disfruten.

Era un hijo de puta. Metaforicamente.

Ay el Messenger y la red social Tuenti. Cuantos recuerdos...

Todo empezó cuando mi primo se encontró a unas chiquillas en un blog como usarios recomendadas por cercanía. Ellas eran de la cuidad de al lado. Unas chicas muy monas (para mi todas tienen algo que me atrae).

Empezamos a hablar con ellas por el Messenger y más tarde por el Tuenti hasta que un día quedamos para conocernos en persona. Fué una tarde super divertida. Poco a poco fuimos conociendo...

Belinda me da la mano. Primera Parte.

Todo comenzó una calurosa tarde de Agosto en las fiestas de agosto. Carla la coneja, la guarra del pueblo invitaría a sus primas a acompañarla en las fiestas. No sin antes hacerle una felación a mi primo. Viviría un romance con Belinda mientras su hermana Diana me provocaba con su culazo de diez.

Recuerdo el día que conocí a Belinda en las fiestas de Agosto. Era la prima de la guarra del pueblo Carla la coneja. Carla la coneja era bastante feílla, constitución jamona, 170 centímetros de estatura, color de ojos miel y pelo castaño. Ya se la había chupado a medio pueblo. Y le agradaba sentirse en compañía mientras realizaba felaciones a diestro y siniestro. No suelo hacer caso de habladurías pero pronto pude confirmas sin ápice de dudas la veracidad de los hechos.

Nos encontrábamos mi primo y yo...