Mi primer intercambio

Con mi mujer decidimos probar algo diferente.

Además de tener tiempo de sobra, nos encendíamos en exceso. Éramos como esos elementos que solos no hacen daño a nadie y juntos son letales. En nuestro caso, muy perversos.

Y una vez surgió la idea de hacer un intercambio.

Por qué no? Dijimos y nos lanzamos a la idea. Internet fue el lugar (no lugar) de encuentro. Publicamos, recibimos una respuesta, nos mandamos fotitos, nos calentamos por cam y finalmente nos encontramos.

Eran una pareja de un pueblo cercano al nuestro, ella rubia t...

Su crater y yo

Historia de sexo anal.

Estaba hermosa allí en cuatro patas ofreciéndome el maravilloso espectáculo de su bajo vientre en flor delante de mis ojos.

Toqué su ojete con la puntita de la lengua primero. Hizo un pequeño movimiento de caderas pero aceptó gustosa a ese nuevo visitante.

Lo escruté suavemente en cada rincón, en cada pliegue. Muy despacio, acariciador. Nada dijo, solo gemir.

Lamerlo fue el segundo paso, una y otra vez pasaba la lengua por ese orificio anhelante, lubricando y disfrutando de esa sensaci...

En el auto

No llegamos a casa.

Se hacia tarde y al otro día me esperaba una jornada laboral agitada como siempre.

La vi.

Nada en ella era demasiado llamativo excepto su corta edad.

Despidiéndome nos presentaron y yo no me fui.

Hablamos de cosas generales, creo que nada memorable como suele pasar en estos casos.

Entre sus silencios entreví una luz y no pude resistir la tentación de abrir una puerta.

La besé.

Lo que pareció un insensato salto al vació resultó ser la jugada esperada y ella en ve...

Aquí y ahora

Un encuentro y sus consecuencias.

La conocí de forma casual en un lugar donde no debería haber estado en el momento exacto de su tiempo en el mío. Yo mayor, ella obviamente menor coincidimos casualmente uno frente al otro en una aglomeración de personas que dejaron de existir al momento. Me sonrió, le conté algunos chistes malísimos. Agradecí su buena predisposición al reírse tenuemente.

Las mujeres saben como hacernos sentir bien cuando tienen ganas.

No nos podíamos dejar. Durante largas horas me entretuve solo mirándola...