Haré lo que me pidas 9

Continúa el tormento de Tamara y su amiga,en este capítulo nuestra protagonista adoptará diferentes roles a cuál más humillantes para lograr su objetivo...

Haré lo que me pidas 9

Quizás yo no sea muy imaginativa. O puede que mi personalidad sea algo más tirando a realista que a soñadora. Pero dudo mucho que nadie piense cuando sale con una amiga de fiesta, que acabará boca abajo y empalada por el dedo de un hombre, mientras él y su amigo beben tranquilamente, entre sus piernas.

Si tengo que hacer memoria de cada paso que me llevó a acabar de esta manera… No creo que mi mente pudiera soportar tanta vejación y, sobre todo, sumisión ciega e irracion...

Haré lo que me pidas 8

Tamara, está vez, debe demostrar su valía venerando el cuerpo de su señor. Mientras su Amo le somete a pruebas que la van acercando a su anhelado título de chupapollas.

Haré lo que me pidas. Capítulo 8.

Completamente desnuda, tumbada en el sofá boca arriba, con mi cabeza apoyada sobre un cojín en el reposabrazos de este y recién desfogada por un inmenso orgasmo. Podría ser un momento relajante, de no ser por el trozo de carne dura que golpeaba incesante contra mi mejilla. Mi boca se derretía pensando en que llegaba el momento de saborearla. Lo tenía tan cerca… Estábamos solos en aquella habitación, pues Laura seguramente ya estaría ocupada con otra polla. Pero a...

Haré lo que me pidas 7

Tamara y su mejor amiga siguen compitiendo por el favor de aquellos dos hombres. Ambas piensan que están próximas a perder su amistad. Lo que no sospechan es lo unidas que pueden acabarán gracias a esa noche.

Haré lo que me pidas. Capítulo 7.

No espere contestación. Alisé mi falda sobre mi ardiente trasero y salí de la habitación de Laura, haciendo sonar mis tacones por todo el pasillo. Quería que aquellos dos hombres esperaran mi entrada en el salón. Que supieran que las dos jovencitas volvían al juego, dispuestas a darlo todo por demostrar cual era la más zorra. Sintiendo el roce de la tela en mi nalga a cada paso, llegué a la puerta.

-          ¿Dan su permiso para entrar, señores? – les dije...

Haré lo que me pidas 6

Continúa la lucha entre amigas por conquistar a aquel hombre dominante. Sin saberlo, su rivalidad les une cada vez más, pero no se darán cuenta hasta que sea demasiado tarde.

*Pero no. Solo la mantenía allí. Sin dejarme probarla. Rozando mis labios de vez en cuando, pero nada más. ¿ Por qué no me la metía hasta la garganta? ¿Por qué no me dejaba que le hiciera la mejor mamada de su vida hasta que se corriera por toda mi cara? Después saldría así, para que me viera Laura y le diría que no. Que yo soy la más zorra. Que era su zorra y lo sería hasta que él quisiera. ¿Cómo podía ese hombre aguantar la tentación de tener la polla dura delante de la cara de una mujer joven y guapa com...

Haré lo que me pidas 5

Continua la lucha entre las dos amigas por aquella curiosa competición. Pero esta vez, en la intimidad de la casa de una de ellas. Si en un coche pudieron hacer aquello, que no podrán hacer entre cuatro paredes.

***Espero que sepan disculpar la demora. Siempre falta tiempo en el día entre obligaciones y entretenimientos. Intento dedicarle todo el escaso tiempo libre a escribir, pero no siempre es suficiente. Quisiera que entiendan las horas que se necesitan, al menos en mi caso, para escribir cada relato. Supongo que con la experiencia iré acortando ese tiempo. Muchas gracias de nuevo por todos los mensaje de apoyo, tanto por correo como en los comentarios. Sepan disculpar si me demoro en contestar,  a todo aquel q...

Haré lo que me pidas 4

Cuarta entrega de la historia de Tamara. Es el momento de salir de la discoteca, pero no lo harán solos. Primero debe pasar la prueba que su Amo a dispuesto por ayudar a su amiga. Y después dejar a esta en su casa. ¿Qué fácil verdad?

Haré lo que me pidas. Capítulo 4.

Lo sé. No tiene lógica. Soy una mujer moderna, inteligente, luchadora, feminista y con unos valores propios de los que me enorgullezco. ¿Cómo era posible que en una sola noche me hubiera vuelto una zorra estúpida que se dejaba mangonear por un hombre al que ni siquiera conocía? Un simple momento de calentón me había hecho bajar la guardia de tal manera como para convertirme en una sumisa. ¿Sumisa? Ni siquiera me había planteado serlo. Vale… puede que en mis fanta...

Haré lo que me pidas 3

Tamara se encuentra desnuda y sola, sin saber si todo aquello era real, una estafa o una venganza. Sea lo que fuere, la realidad es que tenía que salir si quería recuperar su ropa. ¿Salir desnuda en el baño de hombres de una discoteca?

De nuevo, muchas gracias por la buena aceptación. Y más aun a todos aquellos que han invertido su tiempo en mandarme un mensaje de ánimo. Es una incentivo infalible para dedicarle cada resquicio de tiempo libre a dar forma a mi imaginación. Un placer escribir para lectores tan entregados y agradecidos.

Haré lo que me pidas. Capítulo 3.

Cuando la puerta se cerró recibí una bofetada de realidad en toda la cara. ¿Qué había hecho? ¿Como había dejado que aquel hombre me humillara de aquella man...

Haré lo que me pidas 2

Continúa la historia de Tamara en los baños de una discoteca, con un hombre al que ella había utilizado y que ahora se muere de deseo porque sea él quien la use. Segunda parte de la historia, imprescindible leer la primera.

Muchas gracias por la buena aceptación del primer capítulo y por todos los que se molestaron en mandarme un mensaje agradeciendo o animándome a continuar. Para quien haya entrado de nuevas, esta es la segunda parte por lo que es necesario leer la primera para entenderlo. Espero no defraudar con la continuación. De nuevo, muchas gracias por vuestro apoyo.

Haré lo que me pidas. Capítulo 2.

-          Sabía que responderías eso. Veremos si es cierto y no acabas siendo una decepción como la mayo...

Haré lo que me pidas.

Dos preciosas jóvenes juegan con los hombres en una discoteca, recordando sus años más locos. Todo son risas, diversión y morbo. Ese morbo que te hace excitarte demasiado y sucumbir la perversión. Y después de eso... nunca sabes lo que puede ocurrir.

No sé porque me deje convencer por Laura para salir aquella noche. Lo que realmente me apetecía era estar en casa con Alberto, tumbaditos en el sofá. Una noche de peli y manta para desconectar de una dura semana de trabajo. Pero allí estaba, en el piso de mi mejor amiga, terminando de ajustarme el ceñido vestido que me había prestado.

-          Estas de muerte. Esta noche vas a ir poniendo pollas duras a tu paso.

-          No me interesa poner ninguna polla dura. – le conteste a mi amiga entre...