Las Reglas de Ana II
Ana vuelve a las andadas, consigue otro conejillo de indias y pone manos a la obra. Es un cuento de sexo adolescente primerizo, por lo tanto el sexo es escaso y torpe.
¡Qué días aquellos! Verano, un mes de corrido en la playa, casa alquilada con un jardín inmenso con espacio para jugar a la pelota, y una vieja hamaca de hierro. Iba con mi madre y mi hermana Carolina que es un par de años mayor que yo. Mi padre solo venía los fines de semana porque no consiguió licencia. La primer mitad invite dos amigos míos Walter e Iván, la pasamos bomba, fútbol, pesca a la encandilada, varias excursiones a los locales de maquinitas, mirar a las mujeres en la playa. Mi hermana Carolin...