Una tarde-noche de placer II (Mi suegro se lanza)
Después de la masturbación, que me hizo tumbada en el Chaise Longue creyendo yo que era mi marido, mi suegro toma la iniciativa al día siguiente y me lleva hacia donde nunca nadie me había llevado. (Aconsejo leer la primera parte)
Tenía que haberme dado cuenta. Esos dedos urgando en mi intimidad, llegando a espacios en los que nadie había llegado nunca. Profanando el agujero que nunca nadie había traspasado no podía ser cosa de mi marido. Con él siempre había sido sota, caballo y rey. Siempre previsible desde que empezamos las primeras veces. Yo siempre pensaba que era por parte de su educación. Familia estricta. Madre de costumbres muy religiosas. Pensaba para mí que su modo de actuar de tremendo respeto hacia mí era motivado por su...