Estoy ansiosa, esperándolo. Este es nuestro tercer encuentro y los dos anteriores fueron experiencias inolvidables. Como he dicho al que me quisiera escuchar el mejor sexo de mi vida en cantidad, calidad e intensidad.

Suena el timbre. Es él. Voy a recibirlo, me abraza y me estremezco... me siento pequeña frágil.

Nos besamos intensamente y comenzamos a desvestirnos. Con él no hay juegos de seducción... no hacen falta.

Ya estamos completamente desnudos sobre la cama y empieza a besarme...