Un fetiche inesperado: leggings de cuero
Dentro de una relación totalmente sexualizada, aún quedan algunos secretos sin salir a la luz; mi pasión por el cuero en el sexo.
A pesar de llevar varios años de relación, María y yo éramos una pareja enormemente abierta sexualmente, sin ningún tipo de tabúes. Ambos con 24 años, deportistas y con la intención constante de probar cosas nuevas, y, sobre todo, de disfrutar y de hacer disfrutar al otro.
Prácticamente sexualizábamos cualquier actividad cotidiana. Era difícil ir de compras y no acabar follando en el vestuario, o en la playa o en un parque. Muchas veces hablamos acerca de las ganas de hacer un trío, aunque fue la únic...