Piel de Lobo (Domingo en la Cabaña)
Mientras tanto, mientras ella me besaba y arañaba mi espalda, clavando sus uñas cual los dientes de una loba que devora a su presa, yo introducía mis dedos dentro de su oasis, y podía sentir la humedad de su fuente, el calor del volcán presente en su sexo. A veces hurgaba mas debajo e introducía alguno de mis dedos en su zona anal, y ella gemía mas fuerte, y aullaba igual que los lobos.
Era domingo por la mañana, habíamos rentado una cabaña en el bosque, ese fue el deseo de Sonia, decía que quería pasar un fin de semana cerca de la naturaleza. Era una cabaña de tipo rustico, que por fuera se veía algo vieja, pero por dentro era muy acogedora en realidad. Tenia dos habitaciones, sala y comedor, cocina, un baño bastante amplio y una agradable chimenea, frente a la cual había una piel de oso que si no me equivoco correspondía a un oso que cuando estaba vivo, sin duda era y había sido una magn...