La Otra. Historia de la Amante

¿Te imaginas que tu novio te dice que tiene una AMANTE? ¿Te imaginas que te dice que la amante... eres TÚ? ¿Te imaginas siendo LA OTRA?

PRÓLOGO

Se me atragantaron sus palabras. Realmente, la sensación fue más como si hubiera recibido una patada en el centro del pecho, impidiéndome la respiración. No me lo esperaba, y más después de los meses que llevábamos juntos.

Dolía…

Mi mente luchaba entre la incredulidad del momento, pensando que simplemente era una broma de mal gusto, y la necesidad de no parecer tan descompuesta como me imaginaba que se me veía. Tenía ganas de vomitar, pero desde luego no era de las cosas que se pod...

Foie para cenar

Lo peor que te puede pasar si te encuentras al diablo disfrazado de hombre, tentándote... es que acabes cenando foie.

Toda la mañana comiendo chocolate. Y no foie…

Acababa de abrir mi segunda tableta cuando sonó el teléfono. Era una buena amiga mía, preocupada porque no había dado señales de vida desde el viernes por la noche. Y ya era martes…

La despaché rápido, mucho más de lo que merecía tras estar desaparecida cuatro días sin contestar a sus mensajes. Pero es que hablar con la boca llena del goloso alimento, y conseguir no babear al hacerlo, no era lo recomendable.

Necesitaba chocolate porque andaba excitad...

Confesar un fetiche: Infidelidad

¿Y si lo que excitara del sexo infiel fuera la traición al marido? Si lo que importa sobre todo es llevar un anillo en el dedo mientras te folla un desconocido... y sentirte mala, sucia y una golfa. Gozarlo...

El primer paso para afrontar un problema es reconocer que lo tienes. Yo, que de un tiempo a esta parte tengo la extraña virtud de atraer a personas que me los cuentan, me encontré el otro día con una mujer que se dispuso a hablarme del suyo. Sin pelos en la lengua, y con dos tazas de café entre nosotras, me dijo que era infiel.

La diferencia entre esa historia y cualquier otra era sin duda la protagonista, aunque no iba a negar que mi imaginación no hiciera nada para que de repente estuviera allí sent...

Urgencias

Tocar al timbre del centro de salud a las tres de la mañana y que abra la puerta un médico con el cabello revuelto, cara de sueño, y una enorme erección encerrada en el pantalón del uniforme...

Demasiado excitante para pedirle que parara… aunque sabía que debía hacerlo.

Sentada a los pies de la camilla, con las piernas colgando por la altura, trataba de contener la respiración. Y él, con voz aterciopelada y exigente, me pedía que me relajara y respirara.

-          Cierra los ojos y respira-, me decía, mientras su mano presionaba un punto concreto en mi cuello, dando masajes circulares con un par de dedos. Su otra mano me sostenía la espalda, y evitaba que pudiera alejarme de su contac...

No pienso describirme

¿Por qué te empeñas en saber cuanto mido, o como tengo las tetas? Si lo que ha de importarte de mi, al fin y al cabo, es que soy morbosa...

Estoy hasta las narices de ir a intentar excitarme leyendo y encontrarme con moñadas del tipo: Hola, me llamo Marisa, y voy a describirme para que te hagas una idea…

Yo no quiero que te hagas una idea de como soy. Quiero que me imagines como te salga de los cojones. Sí, así de claro. Da igual que sea atractiva o una tía que espante nada más mirarla. Nunca he querido levantarte la polla con una tremenda foto de mi culo. Quiero que te derrames sobre mis palabras, no sobre mis nalgas. ¿O acaso quieres...

Reencuentros

Y llega la noche en la que has quedado, tras veinte años, con tus compañeros de colegio para recordar los días de clase y patio. El jugar a los médicos, los besos que no se dieron y los primeros amores quedaron lejanos...

¿Cómo habíamos acabado todos allí? La maldita camarera nos había tenido que echar algo en las bebidas. Yo nunca había perdido la cabeza de aquella manera. Y mira que había tenido malas noches en mi vida…

Mirando a la cara  a mis compañeros de clase, esos que hacía más de veinte años que no veía, ahora no podía creer que la reunión hubiera terminado en un calabozo, arrestados por el típico policía con pinta de capullo. Se había presentado en el bar donde habíamos continuado la noche, cuando creo record...

Historia del madrileño y la canaria

¿Te has preguntado alguna vez lo que puede pasar si envías un correo como lector a una escritora de Todorrelatos? Decirle a Magela Gracia que consiguió levantarte la polla...

En unos cuantos días tendremos un aniversario pendiente.  Pero nuestras onomásticas probablemente difieren mucho del común de los mortales. Nosotros no celebramos ese momento romántico en el que dos personas se conocen o tienen su primera cita, cargada de grandes expectativas de futuro. Nosotros íbamos al encuentro de sexo.

Simple y excitante. ¿Lo recuerdas?

¿Recuerdas el momento en el que te enseñé el plan de vuelo? ¿Se te puso dura… o tal vez pensaste, con terror, dónde coño me he metido? Dos...

Despedidas

¿Cómo pasas la última noche con una compañera que nunca más trabajará contigo? A veces, hacer turno nocturno, es mucho más divertido que trabajar de día. Y más si eres enfermera...

Despedida para la compañera que nunca más trabajará con el grupo. En el turno de noche se hacen las cosas de forma un poquito… extrañas. ¿Quién felicita a una enfermera llenándola de povidona yodada de arriba abajo, mojándola entera con agua fría o tirándole un bote entero de colonia en el cabello completamente empapado? Lo peor, que lo hagan lanzándote botellas de laxante…

Es más, ¿quién felicita a alguien cuando se pierde un trabajo?

Supongo que depende del trabajo que pierdas…

El problema vie...

Cojines

Los olores nos evocan muchas veces más que las palabras. Y tu olor, prendido de los cojines, no me dejaba pasar noches en la cama... con otras.

Escuchar ciertas letras, a veces, consuelan. En esta ocasión sonaba una de mis favoritas de Sabina, de esas que había convertido en himno para ayudarme a levantar por la mañana. No sé si en ese momento me consolaba… pero igualmente me hacía falta.

Porque me costaba recordarme ciertas cosas por la mañana, cuando miraba hacia tu lado de la cama, y no te hallaba.

“Y en otros ojos me olvidé de tu mirada, y en otros labios despisté a la madrugada. Y en otro pelo me curé del desconsuelo que empap...

Su piel, mi fetiche

Detrás de una cámara he podido fotografiar casi de todo. Pero no esperaba tener que hacer un reportaje mientras dos tíos se la follaban, y yo deseaba su piel... negra y brillante.

El perfecto acoplamiento entre los cuerpos, donde solo se distingue el inicio de uno con el término del otro por el color de la piel, me deja completamente perturbada. Me pediste que mirara, y eso hago. Y ahora no sé cuánto podré resistir sin sucumbir al deseo de unirme a completar el cuadro. Amigo perverso… no me vuelvas a pedir esto… que me matas.

Tu polla entrando y saliendo de su coño, como hicieron en su momento mis dedos y mi lengua. Tus manos apresando sus nalgas de la misma forma en que las mí...