Noches sin vida
Y ella simplemente cooperaba mientras yo y los malvivientes del callejon nos deleitabamosy fornicabamos con ella.
NOCHES SIN VIDA.
El silencio entretejía mis pensamientos y creaba una telaraña de crueles pensamientos, indecentes. Apague mi último cigarro en mi antebrazo y camine directo a la ventana, una vez mas ahí estaba ella, la silueta de su cuerpo era delineada por las luciérnagas de las calles, andaba vestida como era su costumbre en estos últimos años con una falda corta y una blusa que transparentaba y resaltaba sus enormes y bellos pechos, al parecer por su creciente impaciencia aguardaba a su próx...