Cautiva de él.
Miro el reloj, las nueve de la mañana, me aproximo a la recepción del hotel, en este momento, debes estar entrando en tu oficina.
Miro el reloj, las nueve de la mañana, me aproximo a la recepción del hotel, en este momento, debes estar entrando en tu oficina. Sonrío, siempre se me escapa una sonrisa cuando pienso en mi Amo.
Cojo la tarjeta de la habitación, estoy muy emocionada y debo reconocer que también muy nerviosa, vamos a cumplir una de nuestras fantasías, durante un par de días, me alojaré en el hotel que se encuentra en la misma calle de tu oficina, iras a trabajar, pero, cuando lo desees vendrás, a usarme, humillarme...