El vecino de una amiga
En el edificio donde vive una amiga conocí a uno de sus vecinos con quién me llevé tan bien que a las pocas horas me tenía desnuda en su cama.
Tengo una amiga llamada Camila que tiene un gato llamado Cucho a quien suelo ir a cuidar cuando ella debe viajar fuera de la ciudad.
Los cuidados no son demasiados en realidad, solo debo ir una vez al día mientras ella no está para verificar que tenga agua, comida y limpiarle la bandeja de arena si es necesario.
Por asuntos familiares, durante unos días Camila había tenido que viajar con mayor frecuencia así que yo iba más seguido a su departamento y me empecé a encontrar con un atractivo ve...