En un país lejano.
Una venezolana forzada a dejar su país por cuestiones económicas, se encuentra en un nuevo país donde su casera es más amable de lo que esperaba.
Toco la puerta de la señora Elena muerta de miedo, tengo seis meses viviendo acá, la señora Elena es mi casera, una mujer diez años mayor que yo, tengo 28 años, la mujer se ve mucho más joven de lo que es, fácilmente podría decir que tiene mi edad, el día de hoy necesito pedirle que me dé algo más de tiempo para pagar la renta, ha sido un mal mes, me despidieron de mi empleo y justo mi hermana se vino de Venezuela a vivir conmigo, vuelvo a tocar la puerta, finalmente me abre.
—¡Oh Hola Cariño pasa! —...