Soy una puta virtual
Me he convertido en una puta virtual y tengo un macho argentino que me vuelve loca.
Bien está dicho que el aburrimiento puede tener efectos peligrosos. Así estaba yo, en casa con mi marido, el viendo televisión y yo jugando Apalabrados, jugando en modo aleatorio rogando saliera un bombón con quien jugar y con el que pudiera matar el tiempo de un domingo por la tarde.
Salió un argentino y bien empecé a jugar, empezó con las preguntas de cajón: Hola! ¿Cómo te llamas? ¿De dónde eres? ¿Qué edad tienes? Bla bla bla. A punto estuve de no responderle, ya que me habían aburrido bastante los...