Historia de un robo
No me querían en la banda porque tengo fama injusta de patosa, pero como estoy muy buena, al final cedieron.
HISTORIA DE UN ROBO
El viento gélido se colaba por todas partes como un puñal de hielo. En otras palabras, se me estaban congelando hasta las ideas.
Llevaba ya 10 minutos esperando delante de la maldita casa a que vinieran los otros tres, y es increíble, pero llegaban tarde a robar, si es que ya no hay formalidad y luego dicen de mí.
Cansada de esperar, y ya que llevaba yo la Ganzúa para forzar la puerta, decidí ir entrando. Total, sabíamos por un soplo (del jardinero) que no hab...