La primera vez siendo spankeado por mi madre
La curiosidad incesante por querer ser azotado me lleva a mi primer encuentro en donde una madre me dará lo que tanto ansiaba.
Hacía tiempo que mi mente no paraba de imaginar cómo se sentiría el hecho de estar arrodillado y entregado a otra persona. Eran pensamientos simples pero que erizaban mi piel hasta puntos insospechados. Gateando a cuatro patas con una cuerda rodeando mi cuello extendiéndose hasta las manos de una mujer sin rostro. Trataba de subir al sofá donde ella descansaba, pero regañándome por ser un perrito malo me obligaba a quedarme en el frío suelo para después usarme como reposapiés. Una humillación que me excitab...