Humillada pero contenta (I)
Una mujer cae en el vértigo de la pasión desenfrenada.
Hola a todos, mi nombre es Dora. Soy una mujer de 30 años, casada, muy buena posición social y económica, ya que soy ejecutiva importante de mi empresa. Mi marido, Jorge me mima a más no poder, ya que sinceramente, creo que me ama con locura. Aunque llevaba una vida alocada cuando adolescente, incrementada en la Universidad, ya que me la pasaba haciendo travesuritas, como acostarme con quien se me antojaba; me encantaba que saborearan mis húmedas partes y que me cogieran en cualquier lugar y ocasión. ...