Me pone que mi hijo me meta mano (4)
Cuarta -y última- entrega de la carta en la que una madre relata cómo le excita que su hijo le meta mano, la sobe y se la folle a placer, con el morbo añadido de que casi siempre suelen hacerlo cuando su esposo está delante, a escondidas de él.
A la mañana siguiente, madrugamos e hicimos unos cuantos kilómetros de senderismo. En varias ocasiones mi hijo se hacía el rezagado para, aprovechando que yo le esperaba siempre, sobarme un rato el culo cuando caminábamos a distancia de mis padres y de mi esposo que iban delante; a mí aquella situación me ponía caliente como una moto: mi hijo me sobaba a placer a escasos 50 metros de su padre y de sus abuelos y, además, el muy golfo aprovechaba la más mínima curva del sendero para, si no nos veían, at...