La posada
Una noche de trabajo de lo mas rentable.
El relato que contaré a continuación ocurrió el pasado enero en un pequeño pueblo aragonés. Por razones de trabajo tenía que desplazarme allí para cerrar la venta de unas tierras que había adquirido mi empresa. En principio, el notario tenía que presentarse al mediodía en la cafetería de la posada y después de comer podía regresar a casa, pero por razones que no me quedaron muy claras el hombre no apareció, así que la dueña me ofreció su mesa. Subimos en su coche a su casa, un pequeño casón antiguo de...