De cerda a yegua

Mi cerda fue escendida, ahora es yegua. Cada día está más apetecible de esa manera.

Han transcurrido más de seis años desde que mi cerda y esclava me pertenece totalmente en cuerpo y alma, desde que la tengo en casa, totalmente sometida, sin sus brazos, anillada, castigada, enmudecida para siempre, humillada y degradada a tal punto que ya no es una mujer sino que es exactamente lo que dije al inicio, una cerda.

Mis expectativas con relación a su sometimiento y mi goce habían sido superadas totalmente hace ya mucho tiempo, pero ella, la cerda, parece ser que aún está dispuesta a...

Mi cerda, mi esclava

De común acuerdo llegamos a un punto inimaginable para una persona normal. Será entonces que ninguno de los dos somos normales?

Hace varios años que vivo con una esclava en casa. Conocí a "cerda", ese es su nombre, por medio de un aviso buscando conseguir una esclava 24/7 dispuesta a todo, y entre las muchas ofertas que me llegaron, me llegó la suya, cuyo nombre no interesa y ya no existe, y luego de evaluar las opciones llegué a la conclusión de que era la indicada para lo que yo quería, y especialmente ella se consideraba la indicada para lo que ella misma quería, es decir, deshumanización, entrega total y exclusión del mund...

Con mi cuñada y su hija

No alcanzo con mi cuñada, tambien su hermosa hija, fue increible.

Ya les conté la gran fortuna que he tenido con mi linda cuñada. Les conté como me la cojí en su propia casa luego de soñar con ello durante años. Ya saliendo de su casa me crucé con su preciosa hija, que tiene dieciocho años recién cumplidos, pero que parece una mujer aún mayor. Si uno ve madre e hija no puede concebir que la naturaleza haya hecho dos ejemplares tan perfectos, pero es así, y una de ellas fue MIA.

No obstante este gran día que pasé, al cruzarme con Sofía, su hija, que venía salie...

Momificada

Alejandra vivia conmigo, y un dia decidimos que deberíamos realizar su mas grande fantasia. Queria ser momificada para siempre, y probamos por un periodo corto a ver que sucedía.

Vivo con Alejandra hace casi dos años, y ambos estamos muy contentos y felices con nuestra relación. Nos conocimos en un club BDSM y pronto comenzamos a compartir experiencias sado, ya que a ambos nos apasiona y nos atrae ese tipo de vida. A lo largo de este tiempo probamos toda clase de experiencias, yo en el rol de dominante y ella como sumisa. Para mi es un placer tener una sumisa como Alejandra, ya que acepta ese rol de una forma muy especial, y no solamente es sumisa sino que bastante masoquista,...

Todo por su ama

Agustine deja todo en su vida, e inicia una vida de castigo y sacrificio, solo por el amor a su ama.

El silencio profundo solo era interrumpido por un goteo de agua que se escurría del techo del calabozo sobre algún charco en el piso. Agustine estaba apoyada en el helado piso de piedra, con apenas margen de movimiento debido a la gruesa y pesada cadena que la sujetaba por el cuello a la pared y a que tenía esposadas las muñecas por detrás. La oscuridad era total, y Agustine no tenía noción de distancia ni de espacio. El olor pestilente proveniente tanto de los restos de comida como de su propia orina...

Mi cuñada me sigue alimentando

Mi dulce cuñadita, en periodo de amamantamiento, me vuelve a alimentar, ahora con más ganas y con nuevas experiencias.

Ya les había contado como logré llevar a cabo una de mis mas importantes fantasías con mi cuñada, a tal punto que , durante el amamantamiento que está realizando actualmente, me convidó con su rica leche. Ese día quedó profundamente grabado en mi, y como les dije, me prometí volver a hacerlo antes de que se me acabe la oportunidad, y así fue entonces que nuevamente me puse en campaña para poder quedar a solas con ella, en su casa, cosa que no me costó demasiado ya que al estar con licencia maternal, y...

Mi cuñada me alimenta

Mi cuñada, preciosa, auna amammantando, me convido con su leche y yo con la mía. Fantasía total hecha realidad.

Tengo tres cuñadas. Todas son muy lindas, aunque todas son diferentes en lo que refiere a su cuerpo. Una es alta, la otra es bien bajita, y la tercera, la musa que inspiró este cuento, es justamente la que tiene mejor cuerpo, la más linda de las tres y, por suerte, la que me gusta. Su nombre es Diana. De altura regular, pelo largo enrulado y castaño, tiene un rostro hermoso, especialmente cuando sonríe; sus senos son bastante pequeños, pero lo que más se destaca son un par de piernas y un culo perfect...

Me hice de una esclavita (2)

Les cuento de esta niñita, mi esclava personal, como fuimos avanzando en su sumisión llegando a límites increíbles.

Así pues, sin casi proponérmelo, como les contaba me hice de una esclavita, sorprendentemente casi una niña linda. En un principio me costó asumirlo porque a esa edad las mujeres y la gente en general no tiene la madurez suficiente como para tomar ese tipo de decisiones, pero aparentemente, Mara siempre lo tuvo claro desde que era más joven aún. Ella me contaba que desde los doce o trece años siempre sintió deseos de ser castigada, probablemente por haber vivido en una casa con un padre demasiado estr...

Me hice de una esclavita (1)

Casi sin proponermelo apareció en mi vida una niña de 18 años, preciosa y totalmente sumisa, que avanzando en el tiempo, llegamos a cosas insospechadas.

Esta historia comenzó hace ya un tiempo, cuando por causa de haberme divorciado, me vi. en la necesidad de tomar una empleada para los quehaceres de mi casa.. El divorcio me dejó con mi casa grande, y atenderla no era posible para mí.

Recibí entonces a varias muchachas que mandaba una agencia de empleos. Vi cuatro de ellas. Ya estaba por tomar una decisión cuando sonó el timbre, era ya casi medio día, bueno, la agencia me dijo que enviaría cinco personas, debe ser la quinta. En efecto lo era.

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El profe se tiró al agua

concretamos con mi hermosa alumna una cita, y pasamos de lo mejor. La tuve toda una noche sola para mi.

Se acercaba fin de curso, era momento de exámenes, y también momentos de decisiones. Mi preciosa alumna soledad seguía día a día, sentada frente a mi, abriéndome sus hermosas piernas. El verano cercano hacía que cada vez venga a clase más suelta de ropa. Yo, recordando aquel no tan lejano día en que esta chiquilina me hizo sentir en el paraíso, tenía que tomar una decisión. O sigo adelante o termina el curso y me olvido de ella. El caso es que no sería fácil olvidarse de algo tan dulce y tierno, ademá...