Cumpliendo una fantasía

A veces las fantasías más disparatadas pueden convertirse en realidad. Solo es cuestión de voluntad y de decisión.

La fantasía por definición pertenece al mundo de la imaginación y de los sueños y te permite vivir oníricamente realidades que de otra forma serían inalcanzables. Pero en ocasiones las fantasías traspasan el mundo de la imaginación y se convierten en posibilidades reales al alcance de tu mano. Tan solo tienes que tomar la decisión de afrontarlas, aunque eso a veces, resulta muy complicado.

Sonia era una mujer casada desde hacía diez años y acababa de cumplir los treinta y cinco. Se casó con su novio d...

¿Hace cuanto que no haces un trio?

Cuando tu mejor amiga te propone un trio

- ¿Hace cuanto que no haces un trío?

- ¿Y eso?, no se… no mucho, al fin de semana siguiente de venir de Madrid, ¿por qué lo preguntas?

- ¿Te apetecería hacer un trío conmigo y con mi marido?

Maria era mi amiga desde la escuela. Es una de esas amigas que las circunstancias te van alejando de ella durante un tiempo pero que siempre vuelves a reestablecer la relación, porque lo que verdaderamente trasciende es una sincera amistad. Con María mantenía una complicidad hasta en lo más íntimo....

Mi triste destino

La necesidad de sentirme querida me llevó a introducirme en un mundo sórdido y lleno de perversiones.

Me habían diagnosticado Trastorno de la Personalidad por Dependencia. Al fin lo que me sucedía tenía un nombre pero no me solucionaron nada sobre como podía curarme. Probablemente tendría que convivir toda mi vida con ello y aprender a controlarlo para que no me arrastrase a situaciones demasiado comprometidas. Busque información sobre este tema y en alguna revista leí: “Puede llegar a hacer cosas que le resultan desagradables para agradar a los demás y obtener su apoyo y cariño”. Eso explicaría mi actitud...

Una historia compartida

Una misma historia contemplada desde dos puntos de vista distintos.

EL

Ella era una niña bien, caprichosa y además estaba como un quesito. Tenía diecisiete años y era una zorrita consentida que le encantaba provocar a sus compañeros y sobre todo a mí, a su entrenador, ya que la chica era una nadadora extraordinaria con un futuro prometedor y que ya destacaba tanto en su equipo de natación como en la selección autonómica. Y no solo destacaba por su calidad deportiva, verla era toda una delicia, los bañadores le quedaban como una segunda piel embutidos en ese cuerpo per...

Deudas de drogas 4 y final

El tiempo se le acaba y la solución no se puede hacer esperar. Es hora de pagar o atenerse a las consecuencias.

Levo dos días sin parar de llorar. Mi novio continúa de viaje y la soledad me mata. Cada ver que voy al baño veo las estrellas y tengo que estar poniéndome esa pomada antiséptica continuamente, además de llevar una dieta blanda para minimizar el mal rato. Para colmo no he vuelto a saber nada de aquel buen samaritano que conocí en la discoteca y que me sacó del infierno. Me doy asco y no soporto recordar esos repugnantes momentos que me han convertido en una furcia de tres al cuarto. No sé si tendré valor de...

Deudas de drogas 3

Las exigencias son cada vez mayores y la situación se torna cada vez más complicada.

Llevaba unos días sin saber de mi hermano, por lo que decidí llamarle. Y aunque no podía explicarle lo del Hospital ya que desconocía mi trato con Héctor, tenía que evitar que mi novio descubriese la mentira.

- ¿Iván?, ¿Cómo estás?

- ¿Qué como estoy?, como voy a estar, ¡jodido!

- Lo comprendo cariño, lo comprendo… ¿Y cómo va el asunto del dinero, has podido conseguir algo?

- *¡Y de donde quieres que lo saque!, es más dinero del puedo conseguir con un año de trabajo, y por s...

Deudas de drogas 2

Las deudas de su hermano continúan pasando factura a nuestra protagonista.

Habían pasado dos días y todavía no había recibido llamada alguna. Por una parte esto me confortaba pero por otra me preocupaba. Si se aburría de mí las consecuencias podían ser nefastas para mi hermano. Me resultada muy duro afrontar esta situación, pero ante esa tesitura la vida de mi hermano siempre estaría por delante. Trataba de no pensar en ello pero me resultaba completamente imposible, hasta mi chico había notado mi nerviosismo. No sabía cuanto tiempo podría seguir ocultándole la situación,  una lla...

Deudas de drogas

Las consecuencias de no poder pagar las deudas van más allá del propio interesado.

La mayor alegría de mi vida ha sido tener un hermano, un hermano pequeño al cual querer y del cual poder cuidar. Todas las niñas llevamos una potencial madre dentro y mi hermanito, desde que nació, fue ese juguete, esa muñeca perfecta a la que entregar todo mi amor y dedicación. Disfruté de él todos los días, le llevaba de la mano al colegio, bajaba con él al parque, le ayudaba en los estudios y así un sinfín de actividades que compartíamos juntos. Pero nos fuimos haciendo mayores y esa complicidad se fue p...

El novio de Begoña

Como un comentario indiscreto puede dar lugar a un deseo irrefrenable

Begoña era una de esas amigas que siempre iban a su bola. De repente desaparecía y estábamos una temporada sin saber de ella, como de repente volvía a aparecer y a formar parte de nuestro círculo de amistades. Así era ella y tampoco le dábamos más importancia. Ya sabía donde estábamos.

Después de un tiempo sin saber nada de ella, un buen día apareció de la mano de un chico con muy buena planta y bastante atractivo. Conociéndola parecía evidente que tan repentina aparición no tenía otra intención que l...

Sexo por trabajo (relato de fición)

Tuve que convencer a mi jefe para que no me despidiese demostrándole de lo que era capaz.

Los rumores de una reducción de plantilla eran cada vez más insistentes.

Hacía un par de meses que mi pareja se había quedado en el paro porque su empresa había cerrado y nuestras dificultades económicas estaban creciendo. Además, estaba en juego el piso que con tanto esfuerzo e ilusión habíamos comprado, por el que debíamos pagar todos los meses un hipoteca, que en el caso de quedarme también yo sin trabajo nos resultaría imposible cumplir e irremediablemente nos veríamos de patitas en la calle, como...