Manos traviesas

A veces las manos son un poco traviesas; otras, nos aprovechamos de ellas.

  • ¿A caso no era lo que andabas buscando con esas miradas tan seductoras? Contéstame anda, estoy seguro que te vestías así de provocativa para que me fijara en ti, con esas faldas tan cortas y esos vaqueros tan ajustados. Aquí me tienes, totalmente dispuesto, para ti. – le dije mientras la tenía acorralada en una esquina, con los brazos en alto y haciendo presión contra la pared. Mi mano se apresuraba a tocarla, a descender por su cuerpo, entre sus hermosos senos.

-  Eso me gusta más. Veía que últimam...

Inesperado pero excitante..

Lo que conlleva una reacción inesperada de tu acompañante..

Recién llegaba a su casa. Me sentía como siempre antes de verlo, con nervios pero a la vez con ese gustillo que todos hemos sentido alguna vez. Toqué el timbre.

Abrió ligeramente la puerta y me cogió desprevenida por la parte baja de la espalda atrayéndome hacia sí. Empezó a besarme con locura, como si el mundo dependiera de ello.

Me había quedado muy impactada por su reacción, pero cada vez más me iba dejando llevar al son de cada mordisco que nos hacíamos, yo en los labios, él en el cuello… al...

Aceites... esenciales

Alternativas interesantes y aceitosas a las que poder recurrir para probar cosas nuevas que funcionan y siempre dejamos de lado.

Estábamos relajados, tumbados en la cama, después de haber hecho el amor por la mañana. Sin quererlo ni beberlo, habíamos decidido dedicar todo el día a nosotros, a querernos, a extasiarnos, a excitarnos.

Él me hablaba y me explicaba anécdotas, pero yo no le prestaba mucha atención, estaba más centrada en comérmelo con la mirada. Me gustaba ver sus labios moverse cuando articulaba palabras, morder su cuello y sus orejas, sus músculos, sus piernas, pero yo tenía una debilidad que me podía, y era su her...

Y se dió..

Un pequeño encuentro ... para jugar.

Tenía una mezcla de sensaciones, entre nervios y excitación, sobretodo mucha excitación. Tenía muy claro que la ocasión se lo merecía, e iba decidida a por ello, a pesar de que nunca antes lo hubiese hecho. Me arreglé más de lo habitual y me puse una ropa muy provocativa, un jersey con un escote considerable y una falda que se me ceñía tanto al cuerpo que se podía observar la marca del tanga que llevaba. Me sentía sexy, más mujer que nunca, y eso tenía que notarse. Estaba retocando los últimos detalles cuan...