Manos traviesas
A veces las manos son un poco traviesas; otras, nos aprovechamos de ellas.
- ¿A caso no era lo que andabas buscando con esas miradas tan seductoras? Contéstame anda, estoy seguro que te vestías así de provocativa para que me fijara en ti, con esas faldas tan cortas y esos vaqueros tan ajustados. Aquí me tienes, totalmente dispuesto, para ti. – le dije mientras la tenía acorralada en una esquina, con los brazos en alto y haciendo presión contra la pared. Mi mano se apresuraba a tocarla, a descender por su cuerpo, entre sus hermosos senos.
- Eso me gusta más. Veía que últimam...