El Amo humilla y tortura a esta esclava
Puta humillada por la calle, esclava sin derechos en casa
Tacones, medias, liguero, faldita de vuelo corta, una camisa negra transparente y la gabardina. Salía a comer con el Amo.
En el restaurante me quité la gabardina con cuidado para que no se me levantara la falda que terminaba justo donde empezaba la puntilla de las medias, no es que me diera vergüenza, pero ver eso suele asombrar a la gente y no quería hacer un show.
Comimos a gusto, con buen vino y unas copas de sobremesa, contentos, tranquilos, me gustaba ver sonriente al Amo, aunque algo m...